
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha reconocido que no debió haber insultado al hombre que el sábado pasad durante su vista al Salón de la Agricultura. Le llamó al hombre “pobre gilipollas”.
En una entrevista de Le Parisien, Sarkozy dice que aunque se sea presidente es difícil no responder a un insulto, en alusión a que el hombre se negó a darle la mano con el argumento de que de ese modo le ensuciaba.
“Porque uno sea presidente no se convierte en alguien con el que es posible limpiarse los pies”, sostuvo el jefe del Estado antes de añadir que “dicho, habría sido mejor no responder” al hombre.
En una entrevista de Le Parisien, Sarkozy dice que aunque se sea presidente es difícil no responder a un insulto, en alusión a que el hombre se negó a darle la mano con el argumento de que de ese modo le ensuciaba.
“Porque uno sea presidente no se convierte en alguien con el que es posible limpiarse los pies”, sostuvo el jefe del Estado antes de añadir que “dicho, habría sido mejor no responder” al hombre.
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